Llegaste sonriendo como siempre, pero algo en tu mirada me llamo la atención, y entonces supe que no era para vos un día como cualquier otro.
Por fin hubo tiempo y te pregunté: "¿Te pasa algo?". Me miraste fijo... y se me partió el corazón.
No entendí hasta que me lo explicaste... y de repente ya no supe más que decir.
miércoles, 14 de abril de 2010
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